El marcaje industrial como medio para la trazabilidad en las grandes empresas

El tejido industrial representa uno de los grandes colectivos empresariales en nuestra sociedad, donde diferentes corporaciones sacan adelante la producción de un sinfín de recursos de gran utilidad en la vida del conjunto de la población. Para que estas compañías operen bajo los más elevados estándares de rendimiento, valores como la trazabilidad han de gozar de un rigor incontestable. Un elemento básico con el que se lleva a cabo un seguimiento incontestable de todas las fases de una cadena de producción, controlando al detalle la calidad de aquello que se está fabricando. En esta materia, los servicios de marcaje industrial tienen mucho que decir: veamos en qué consisten y quiénes se pueden beneficiar de ellos.

En qué consiste el marcaje industrial

Para entender en qué consiste el marcaje industrial es necesario entender cómo funcionan las cadenas de montaje este tejido empresarial. Durante las diferentes fases de producción de cualquier tipo de productos, se emplean piezas de todas las características. Comprobar su buen estado es esencial, así como concretar cualquier dato de interés relativo a procesos posteriores que se vayan a realizar con dichas piezas.

De este modo, el marcaje industrial resulta especialmente útil en las empresas de manufactura que pretenden llevar un seguimiento preciso de sus tareas productivas. Un proceso de marcado que inscribe información de valor en estas piezas, optimizando y simplificando de manera drástica la trazabilidad industrial. Todo ello siguiendo pautas personalizadas de calidad en base a las necesidades concretas de cada corporación.

Es fundamental que quienes quedan como responsable del marcaje hagan uso de maquinarias de última generación. Esto les va a permitir a las empresas incrementar la velocidad de dichos procesos para acelerar la productividad e incentivar la rentabilidad del negocio. Mientras que, gracias a este seguimiento detallado, se mejora la calidad de cada uno de los elementos que se vayan a confeccionar en la industria en cuestión.

Sectores que necesitan el marcaje industrial

Una vez explicado en qué consiste el marcaje industrial, resulta conveniente valorar qué industrias son las que más partido le sacan. En este aspecto, el ámbito de la automoción destaca especialmente, marcando así diferentes piezas destinadas a la producción de coches a través de sistemas como el láser, el rayado o la micropercusión.

De igual modo, encontramos el marcaje de piezas de aeronáutica, donde cada pequeño detalle goza de una relevancia incontestable. El marcaje para el tren de aterrizaje, para los discos de freno o para los álabes de turbina son los más habituales. Lo cual también es extrapolable a la industria ferroviaria, donde se suelen marcar las ruedas, los bogies o el eje.

Ahora bien, todo esto que te contamos es aplicable en otras tantas industrias como la del gas y el petróleo o la siderurgia. En todos los casos el objetivo es el de controlar las fases de producción sin margen de error y conseguir que las empresas resuelvan sus funciones de manera impecable. Algo de lo que se benefician dichas corporaciones y, por supuesto, la población en su conjunto.

Recursos que certifican la calidad del proyecto

Como habrás podido observar, las industrias en las que el marcaje resulta imprescindible ocupan puestos especialmente delicados en lo que respecta al bienestar colectivo. ¿Cómo conducir un coche sin el rigor en la automoción? ¿O subirse a un tren y un avión sin la confianza en la seguridad de dichos medios? Por consiguiente, quienes operan activamente en el sector del marcaje han de cumplir con una serie de avales cualitativos. Unos requisitos que, en caso de que estés buscando un servicio de estas características, debes conocer de antemano.

Para empezar, queremos rescatar el concepto de marcaje personalizado previamente comentado: esto asegura que la solución es la más adecuada según las necesidades operativas de la industria en particular. Asimismo, el trabajo debe estar sujeto a la vanguardia tecnológica, destacando sistemas como el marcado de DMC y QUR o la monitorización de un PLC de sistema láser.

Todo esto, sumado a certificaciones de calidad y seguridad como la ISO 9001, la AENOR o la ISO 27001 te ayudarán a elegir correctamente a los responsables del marcaje industrial.

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