Cómo reparar las tuberías sin meternos en obras

Las reparaciones son un engorro de tal magnitud que en la mayoría de las ocasiones optamos por cortar por lo sano y reemplazar el objeto roto por uno nuevo. Sin embargo, aunque esta parece ser la solución más fácil para solventar una avería o rotura, hay ciertas ocasiones en que es mejor reparar que sustituir el objeto, sobre todo cuando se trata de grandes instalaciones.

Esto ocurre cuando hay que hacer algún tipo de intervención en una instalación más compleja como son las tuberías. Las tuberías son elementos cilíndricos con un diámetro variable y manufacturadas normalmente con materiales plásticos como el PVC, CPVC, PEX o, por último, el Polypipe.

Por lo general, la estructura de una tubería es sencilla, pero la complicación viene porque normalmente estas no se encuentran aisladas, sino que componen junto a otras una amplia red de tuberías, a lo que se le suma en dificultad para su reparación que suelen estar ocultas, ubicadas en el interior de paredes o bajo el subsuelo.

Tuberías como nuevas sin necesidad de abrir zanjas

En consecuencia, cuando tenemos que reparar parcialmente una tubería, se entiende que hemos de abrir una zanja o apertura para poder llegar hasta la fisura o zona en mal estado para poder intervenir sobre esta, proceso que llevaría implícito un elevado tiempo, esfuerzo y costes económicos.

Sin embargo, en la actualidad hay maneras más rápidas, económicas y efectivas, que solucionen el mismo problema mediante métodos menos invasivos, es decir, sin la obligación de hacer obras. Y aunque parezca arte de magia, esto se lleva a cabo mediante el sistema de packers, una innovadora técnica que sin la necesidad de aperturas en la zona dañada es capaz de arreglar las fisuras, puntos defectuosos y defectos estructurales en las juntas de una manera sencilla, y sin apenas repercusión en la zona externa.

Ventajas y beneficios de usar el método de packers

Este sistema es capaz de realizar su particular “magia” mediante un dispositivo hinchable que aplica una pieza de fibra de vidrio impregnado con una resina epoxi. Este dispositivo se introduce en la tubería y se desplaza hasta el punto exacto de la avería, una vez allí se infla, consiguiendo así que la pieza de fibra de vidrio se adhiera a la rotura creando un nuevo manguito estanco muy resistente, quedando reparada la zona sin necesidad de intervenciones mayores.

Las principales ventajas del uso de este sistema frente al tradicional proceso de obra giran en torno al tiempo, el dinero y la eficacia.

Tiempo en el sentido de la rapidez del proceso comparado con el método tradicional, en el cual al arreglo hay que sumarle la apertura de la zona y el posterior cerramiento y enlucido. Mientras que con el sistema packers la reparación y uso de la misma se realizará en el mismo día.

Y en relación a aspectos como el dinero y la eficacia vamos a comprobar cómo van a ir unidos al concepto de calidad, ya que al invertir en una restauración y reparación duradera, vamos a ahorrar dinero con unos resultados permanentes sin necesidad de más procesos o recambios.

Este sistema se puede utilizar tanto en instalaciones particulares o privadas como para la red de alcantarillado público, siendo hoy en día uno de los métodos más usados debido a su proceso sencillo, rápido y poco invasivo.

Si tienes una avería en las tuberías, no te preocupes, llama a un servicio experto en reparación sin abrir zanjas, y en unas pocas horas podrás disfrutar de todo el sistema como si nunca hubiese pasado nada.

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