Avances tecnológicos que cambiaron el mundo: conociendo la historia del tóner
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Las impresoras láser han transformado nuestra manera de trabajar, agilizando trámites administrativos y reduciendo los costes de manera significativa, gracias a la posibilidad de cambiar los cartuchos de manera rápida y económica, con tóners compatibles. Proveedores especializados ofrecen tóners para impresoras de todas las marcas, y resulta muy interesante conocer el proceso de evolución de este producto clave para la oficina y el hogar, que nació de la mano de la primera impresora creada por el hombre.
Del copiado manual a los tóners: historia de la impresión láser
A lo largo de la historia, el hombre ha sabido encontrar la mejor manera para comunicarse y difundir sus conocimientos, ideas, reglas de convivencia social y dejar sus descubrimientos plasmados en papel para las generaciones futuras, de manera que pensar en el nacimiento del toner implica remontarse al origen del hombre.
Hasta entonces, los conocimientos se transmitían mediante extensos manuscritos, frecuentemente elaborados por monjes. Sin embargo, con la invención de la imprenta en 1453 ,por el alemán Johannes Gutenberg, los procesos de copiado de libros comenzaron a acelerarse.
Con ello, los escritos empezaron a llegar a un público cada vez mayor, mejorando notablemente la difusión de los conocimientos y, con ello, la alfabetización.
A medida que las maquinarias para imprimir se volvían más sofisticadas, los costes se abarataban y los fabricantes de estos equipos, así como los copiadores, comenzaron a tener cada vez más trabajo.
Los años transcurrían y, temáticas censuradas o limitadas a un sector selecto de la sociedad, comenzaban a llegar a manos de millones de lectores en todo el mundo, generando una evolución cultural que persiste hasta el día de hoy.
La llegada de la tecnología a las técnicas de impresión
Los mecanismos de impresión han experimentado una mejora constante hasta llegar a las livianas y rápidas máquinas con las que contamos en la oficina y en el hogar actualmente.
En sus comienzos, la impresión se limitaba a la aplicación de tinta líquida sobre soportes metálicos, mediante los cuales se transferían los textos sobre papel u otro material, a través de un trabajo de sellado o presión.
Con la revolución tecnológica que continúa en proceso, las inmensas maquinarias de impresión en serie han ido cediendo lugar a los ordenadores personales y, luego, a máquinas de sencillo uso, hasta llegar a la impresión digital.
En medio del camino, fueron quedando atrás mecanógrafos y máquinas de copiado basadas en papel carbón que requerían extensas jornadas de trabajo y generaban elevados costes de producción.
En este sentido, con la creación de los ordenadores, llegaron las impresoras. El americano Chester Carlson desarrolló la xerografía en 1938, dejando los cimientos para la fabricación posterior de lo que hoy conocemos como el cartucho de tóner actual.
Finalmente, en los años 70, Xerox introdujo las impresoras láser, abriendo el mercado a nuevos fabricantes que, tras sucesivas innovaciones y mejoras, hoy nos ofrecen impresoras con cartuchos de tóner de óptima calidad.
Tóners compatibles: impresiones de calidad y con un coste menor
La primera impresora láser patentada fue la Xerox 914, un dispositivo complejo que demandaba de la labor de gran cantidad de técnicos para cumplir sus funciones.
La máquina contenía una caja fija, que se rellenaba con el tóner o tinta, mediante el uso de una botella. Las tintas utilizadas eran altamente tóxicas y el proceso de llenado de las cajas requería un delicado trabajo que ocasionaba grandes pérdidas de tiempo.
Ante estos inconvenientes y el elevado coste de las impresoras Xerox, llegó el modelo HP LaserJet, dando el empujón inicial para que los cartuchos de tóner se transformaran en los favoritos del público.
El usuario ahora podía sustituir fácilmente el tóner, sin necesidad de un servicio técnico especializado y ahorrando grandes sumas de dinero.
Los avances tecnológicos dieron lugar a la comercialización de impresoras láser cada vez más sofisticadas y versátiles, alimentadas con tóners de excelente calidad, que conseguían imprimir grandes cantidades de documentos en tiempo récord, reduciendo significativamente los tiempos y costes asociados.
En la actualidad, los tóners compatibles permiten ahorrar hasta un 60% en los cartuchos de impresión, sin prescindir de la calidad y garantizando el cuidado absoluto de las impresoras láser.